Los chips reguladores o pellets hormonales son un tratamiento innovador para restaurar el equilibrio hormonal. Gracias a que se colocan debajo de la piel, permiten una liberación constante de hormonas. En Quito y Ambato, Ecuador, este tratamiento gana popularidad por su efectividad y comodidad, ya que no requiere dosis diarias.
El pellet hormonal es un pequeño biodispositivo que se coloca debajo de la piel. Contiene hormonas como estrógeno o testosterona. Estas hormonas se liberan lentamente al cuerpo, regulando el sistema y tratando síntomas relacionados con desequilibrios hormonales, como los que ocurren en la menopausia o por deficiencia de testosterona.
Los síntomas de un desequilibrio hormonal pueden variar según la hormona afectada. Si experimentas:
En mujeres, la falta de menstruación o sofocos son señales comunes. En hombres, la pérdida de energía o la disminución de la masa muscular pueden indicar deficiencia de testosterona.
Los chips reguladores liberan compuestos al organismo directamente, por lo que son de los tratamientos más efectivos y rápidos. A los pocos días se comienza a notar de manera paulatina un aumento de energía, una mejora de la calidad de sueño y mayor estabilidad emocional. También puede mejorar la salud de la piel, reducir la ansiedad y restaurar el libido.
El efecto de los pellets hormonales suele durar entre 6 y 8 meses. Luego de ese tiempo, se debe colocar un nuevo pellet. La duración depende de la persona y sus necesidades hormonales. Algunos pueden necesitar ajustes según su respuesta al tratamiento.
Los pellets hormonales son seguros cuando se usan bajo supervisión médica. Están aprobados por la FDA para el tratamiento de desequilibrios hormonales. Recuerda que es importante hablar con un médico antes de usarlos para asegurarse de que son adecuados para tu salud.
El implante de un pellet es un procedimiento rápido y sencillo. Primero, el médico realiza una pequeña incisión en la piel, generalmente en una zona invisible como el brazo o la pierna. Luego, inserta el pellet con una cánula especial. El chip regulador se coloca debajo de la piel, liberando hormonas de manera controlada y continua. El procedimiento tiene una duración de 15 minutos solo con anestesia local, y la recuperación es rápida, con pocas molestias.
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