Un absceso cutáneo es una de las afecciones dermatológicas más comunes, caracterizada por una acumulación de pus bajo la piel que genera inflamación, dolor y enrojecimiento. Suele originarse por una infección bacteriana o por la obstrucción de glándulas sebáceas y folículos pilosos.
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Un absceso cutáneo es una acumulación de pus bajo la piel causada por una infección bacteriana. Suele aparecer como una protuberancia roja, caliente y dolorosa, que con el tiempo puede llenarse de líquido y volverse sensible al tacto. Este proceso inflamatorio es la forma en la que el cuerpo reacciona para combatir microorganismos atrapados en los tejidos.
Los abscesos cutáneos pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, aunque son más frecuentes en la espalda, axilas, cuello, glúteos y rostro. En algunos casos se deben drenar para evitar que la infección se extienda.

Las principales causas de un absceso en la piel incluyen:
Cuando las bacterias penetran en la piel, el sistema inmunológico responde enviando glóbulos blancos a la zona, lo que produce pus, inflamación y calor local.

El tratamiento depende del tamaño y la gravedad del absceso:
En ningún caso se recomienda intentar reventar o drenar un absceso en casa, ya que puede empeorar la infección o dejar cicatrices.

La recuperación puede variar según cada paciente.
Una correcta higiene, antibióticos indicados por el médico y evitar manipular la zona ayudan a acelerar la recuperación.
No drenar un absceso puede tener consecuencias graves:
Por eso, ante cualquier señal de enrojecimiento, dolor, calor o secreción de pus, es esencial acudir a una valoración médica para recibir tratamiento oportuno.

El absceso cutáneo es una infección localizada en la piel que genera acumulación de pus, inflamación y dolor. Aunque puede parecer leve al inicio, requiere atención médica para evitar complicaciones. Su tratamiento incluye antibióticos o drenaje, según la gravedad, y una correcta higiene para favorecer la recuperación. Consultar a un especialista garantiza una curación segura y sin riesgos de reinfección.
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